El cantante saltó desde un puente de 40 metros en Nueva Zelanda
Justin Bieber está recibiendo en su gira oceánica más adrenalina que nunca. Después de su impresionante llegada al aeropuerto de Nueva Zelanda, en la que las fans le robaron el gorro y pegaron a su madre, ahora Bieber ha vuelto a sentir emoción y algo de miedo.
El cantante canadiense se ha lanzado de cabeza, nunca mejor dicho, a la adrenalina, y es que aprovechó su viaje para atarse las piernas a una soga y realizar un salto 'bungee' desde una altura de 40 metros, algo que le "hizo gritar como una niña", según el portal online 'Ok.uk'.
Una vez que la emoción pasó y Justin Bieber se encontró en tierra firme nuevamente, lleno de coraje, el ídolo adolescente de la música volvió a lanzarse del puente dejando salir un grito incluso más sonoro que el primero.
Después de despeinarse un poco y dejar salir todo su estrés, Justin Bieber se dirigió a una escuela de Auckland (Australia) para ofrecer un concierto privado en el gimnasio frente a varios estudiantes.
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