En su caso fue una camiseta, no una toalla, ni una botella, pero su percance con la prenda también fue motivo de polémica a nivel internacional. Objeto de deseo, Justin Bieber hubo de presenciar una rifirrafe entre varios de los asistentes a su reciente concierto en Pittsburgh, Pennsylvania.
El canadiense, que lanzó una toalla a sus fans, se vio en la necesidad de parar el espectáculo. Sonaban los acordes de su éxito 'Baby' cuando Justin Bieber detuvo la música y al cuerpo de baile para dirigirse a los implicados en la pelea con intención de ponerle fin.
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